sábado, 21 de noviembre de 2009

UNA ENSAIMADA EN LA CABEZA



¿Cómo llega alguien a hacerse la raya encima de la oreja para dejar un largo mechón que tape su calva? Cualquiera puede pensar que una persona que hace eso es un demente. También están los que revuelven el pelo de los lados hacía el centro intentando que el efecto sea casual. La raya en la nuca con un largo mechón hacia delante ya es una rareza casi imposible de ver. ¿Realmente están mal de la cabeza estas personas y necesitan tratamiento? La respuesta es no. Ellos son calvos pero no saben que lo son…solo ven lo que quieren ver; necesitan a alguien que les guíe hacia la luz. De alguna manera, están pidiendo ayuda con su terca actitud. Todo empieza cuando la alopecia es incipiente y muy leve. Nadie se acuesta con pelo y se levanta a la mañana siguiente calvo; si fuera así, os puedo asegurar que a nadie se le ocurriría dejarse crecer esos mechones chiripitifláuticos que cubren sus cabezas. Lo que ocurre es que el proceso es lo suficientemente lento como para que nadie advierta lo que está ocurriendo. En principio van dejando de cortarse el pelo de arriba sin que ello llame la atención, porque todavía no ha caído lo suficiente. La raya se va desplazando poco a poco en un desesperado intento por cubrir las faltas. Muy poco a poco. El peluquero, si es de ley, intenta corregir la posición de la raya pero el cliente vuelve cada vez con ella más baja. Los que se empujan el pelo y lo revuelven hacia el centro consiguen normalmente un efecto más natural, pero tarde o temprano llega el momento de la verdad y se convierten en calvos inconfesos. ¿Por qué, os preguntaréis, su familia no les advierte de lo que ocurre? ¡La familia tampoco quiere ver sus calvas! Si alguien puede ayudar a estos calvos en pena es un nuevo amigo o un nuevo peluquero. Solo hace falta tacto y una media de 4 cortes de pelos para llegar al final deseado: Un corte de máquina al 2 o al 0 y unas patillas juguetonas. Es necesario derrumbar psicológicamente al cliente con comentarios despectivos hacia los tipos que hacen ensaimadas de mechones largos sobre sus calvas, que si hay que ser retrasado mental para hacerse eso en la cabeza, que si es que no tienen madre, que si se dieron con un columpio cuando eran pequeños… Les dices que ellos no están todavía en ese extremo pero los dos sabéis que sí. Les sueltas un desalentador “a ti todavía te cubre algo” o “todavía libras” y en seguida instaurarás en su cerebro acomplejado la promesa de una nueva vida con una calva digna.


2 comentarios:

DGV dijo...

Ensaimada?? XDDDDDDDDD Éste es el famoso pelo-puente!! XD

Buenos trabajos por aquí, compañero!! Seguiremos ojeando... :D

javiguerrero dijo...

Bueno, tengo un par de clientes que lo envuelven en espiral en vez de en plan puente. Gracias por la visita.