jueves, 28 de enero de 2010

HOY NOS VAMOS TODOS DE PUTAS, PERO YO MÁS

Oscar tuvo un “dos caballos” verde al que adoraba hasta el punto de ponerle nombre de mujer, La Dolly (Oscar y sus putas cantantes de country). Un día nos llevó a mí y a Monchín de borrachera con su Dolly. De aquella yo no tenía coche y recuerdo que andaba por ahí en autobús con mi enorme carpeta de dibujos, pretendiendo venderles algo a los paletos que dirigían las empresas de diseño y publicidad en Gijón y Oviedo. Ese día estaba hasta los huevos de hablar con subnormales y a eso de las 12 me metí en un bar y ya no salí hasta las 2 de la tarde. Hasta las 2 de la tarde es mucho vino y al salir casi me resultó agradable ver aparecer a La Dolly con Oscar y Moncho dentro, entre otras cosas porque ya no tenía un duro y había llegado a ese punto de tajadilla en que no hay retorno. Me senté atrás y seguí la conversación en una especie de duermevela. Oscar y Monchín discutían porque el primero era partidario de Ricardo corazón de León y el segundo de Saladino. Ricardo reventó una piedra de un espadazo y Saladino cortó seda en el aire con su como se llamen esas espadas que tienen los moros. Oscar era la verdad y Monchín la sutileza; Monchín leía a Shakespeare y Oscar a Reverte; Oscar escuchaba country y Monchín a Wagner; Oscar camisa a cuadros y Monchín algodón blanco; Monchín gafas de pasta y Oscar gorra de marca de piensos.
En el primer bar nos echaron porque Oscar empezó a gritar que nosotros le íbamos a crucificar ( yo había tomado parte por Monchín en el asunto de la música) y luego empezó a pegar puñetazos en la mesa. Gritaba: “¡¡Chivatos y Lameculos de mierrrrda!!”
Y luego : “ ¡¡Los celtas eran guerreros, no violinistas de mierrrrda!!”. Ahora parece muy divertido pero Oscar era muy grande de tamaño y se le inflaban las venas de las sienes.
Luego, ya en la calle, Monchín le dijo a Oscar que no estaba dispuesto a batirse con él cuerpo a cuerpo, como los gañanes, y con la risa se nos pasó la tensión.
Entonces un giro inesperado del destino nos hizo aparecer en una casa de putas pese a mi disconformidad. Me quisieron convencer de que dejara la carpeta en el coche pero no quise porque sabía lo que iba a pasar. Monchín se fue con una rubia pechugona y, cuando Oscar hizo lo mismo con una morena culona, le pedí antes las llaves del coche porque me había dejado el tabaco. Una puta rusa me quiso llevar al huerto pero le dije que había perdido la polla en un accidente. Me ofreció una polla de esas de correa que tenía en la habitación pero le dije que no. Estuvo muy atenta mientras yo le decía al camarero que los cuadros de putas que decoraban las paredes estaban muy trasnochados, a la vez que le mostraba mis dibujos e intentaba venderle un proyecto para el local. Todas las putas se arrimaron a ver mis dibujitos y dijeron: "¡oh..ah..qué bonito!".Al final acordamos que al día siguiente pasaba por allí para ultimar los detalles, ya que él tenía que hablar con su socio. Me invitó a una cerveza y a otra y la puta me frotó la polla un poco( no se había creído mi historia, qué lista). Luego, viendo que tardaban, me metí en el coche. Miré en la guantera para ver si había porros pero en vez de eso encontré 20.000 pesetas y, como me dolían los huevos, arranqué el coche y me fui a putas en el otro lado de la ciudad, conduciendo con un ojo cerrado y la vaga sensación de que se me olvidaba algo. Todo lo del día siguiente es muy escabroso y lo dejaremos para otra ocasión. Solo os diré que el coche parecía un acordeón. Picad en la imagen, es otra historia de amigotes y putas.
NOTA IMPORTANTE: Cualquier parecido con la realidad es fruto de mi mente enferma, que cualquier día me van a llenar la cara de hostias.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Jajajajajaja, muy buena, qué entrañables Óscar y Monchín!

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javiguerrero dijo...

Esta te suena¿eh?. chisssst. A callar.

chanománino dijo...

Ma gustao oyes.

Thornton dijo...

jose servando, no le hagas caso, cuenta, cuenta.

javiguerrero dijo...

Ay...cualquier día me va a llenar la cara de hostias...