lunes, 20 de septiembre de 2010

LA NOVIA DE CARLITOS



-No te vas a creer lo que me ha pasado en el autobús, Marisa.
-Seguro que sí, prueba a ver.
- He saludado a una chica rubia y ha chasqueado la lengua con fastidio y mirado hacia la ventana.
- Vaya, no me lo puedo creer. Es que a ti siempre te pasan cosas terribles. Estarás afectado ¿quieres que te prepare un gintónic?
- No seas estúpida, la cosa no acabó así.
- No me digas que le diste un cabezazo en la boca por presumida. Eso no es propio de ti, cariño.
Como me jode. Nunca, nunca, nunca me toma en serio. Ya no me apetecía contarle el resto de la historia. Me quedé callado para provocar su interés y que fuera ella la que me preguntara. Estuve así dos días y ella tan campante. Tres días. Ella ni mu. ¿Cómo se puede tener tanta sangre fría? A veces me pregunto si merece la pena vivir en este mundo en el que una mujer no se interesa por los acontecimientos turbadores de la vida de su pareja.
El cuarto día de mutismo, a la hora de la cena, ella me acarició la pierna con el pie, pero yo me aparté e hice un expresivo gesto pegando mi cara al periódico con mucho interés.
-Vaale, ¿Qué te pasó después con la rubia del autobús? Cuéntaselo todo a la tía Marisa.
- Primero tendrás que abandonar ese tono sarcástico y jurarme que no te reirás.
- Concedido lo primero, lo segundo no te lo puedo prometer.
- Bien. Verás, yo saludé a la chica porque se parecía a la novia de Carlitos ¿te acuerdas de Carlitos?¿No? Da igual. La saludé y ella miró a la ventana con fastidio. Yo no podía entender por qué me hacía ese desprecio, aún en el caso de que no fuera quien yo creía. Esperé a que nuestras miradas se cruzaran otra vez pero nada de nada. Por fin, me levanté para dejar mi sitio a una anciana y me acerqué a la rubia:
"Perdona, ¿tú no eres la novia de Carlitos?"
Ella ni mú, meneó la cabeza mirando para la ventanilla.
"¿No me vas a decir si eres o no la novia de Carlitos"
Se puso hasta colorada, yo no sé si de ira o de miedo.
"Es una pregunta muy sencilla ¿eres la novia de Carlitos sí o no?"
Nada, la tía no me miraba. Era como si un pervertido borracho con la camisa ensangrentada se estuviera dirigiendo a ella. Me puse rojo de ira y se hincharon las venas de mis sienes y del cuello
"¡¡ME CAGO EN LA PUTA, QUIERO SABER SI ERES LA NOVIA DE CARLITOS Y LO QUIERO SABER YÁ!!"
Nada. ¿Te lo puedes creer? Volví a la carga:
"¡¡¿PERO SE PUEDE SABER QUÉ COÑO LES PASA A ALGUNAS MUJERES?¿ES QUE TIENES UN TESORO ENTRE LAS PIERNAS O ALGO ASÍ??!!¡¡PUES QUE SEPAS QUE A MÍ ME ACABAN DE CHUPAR LA POLLA DOS VECES Y ESTOY SERVIDO !!"
El autobús estaba al tanto y empezaron a increparme y a preguntarle a la chica si yo la estaba molestando. No me lo podía creer.
" ¡¡TENGO DERECHO A SABER SI ESTA CHICA ES LA NOVIA DE CARLITOS, ME CAGO EN DIOS Y EN LA PUTA VIRGEN, EXIGO SABERLO!!"
Acerqué mi cara a la suya y grité:
"¡¡DÍMELO, JODER, DÍMELO!!"
Ahí ya empezaron a levantarse algunos machos alfa con malas intenciones y tuve que bajarme dos paradas antes de la mía. Temblaba de ira. Maldita hija de puta. Vi como sonreía desde la ventanilla. Esa mujer era el demonio personificado.
Seguí mi camino y entré en el bar de Bruno y esto sí que no te lo vas a creer: Allí sentados, con sus manitas entrelazadas, estaban Carlitos y su novia. Me acerqué a saludarlos y me dirigí a ella: " acabo de ver en el autobús a una hija de la gran puta que era clavadita a ti".
¿No te parece todo asombroso?- , le dije a Marisa, finalizada la exposición de los hechos.
- Me parece que tienes que explicárme quien te la había chupado dos veces esa mañana, porque yo no fui.
Qué lista es la muy cabrona. Siempre está a lo suyo, a ver si te pilla en un renuncio.
En la imagen, una historia de 5 páginas sobre una mujer en el autobús.


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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Miro todas tus viñetas y ahora leo esto!

Que bueno!

javiguerrero dijo...

Gracias nin