sábado, 30 de octubre de 2010

CONVERSACIONES DE MIERDA


Pues anduvo por mi peluquería de visita Marcos de las Heras. Ese tipo que dibuja, entre otras cosas, dos zurullos flotando en una taza de vater y manteniendo conversaciones surrealistas entre ellos con el título genérico de "conversaciones de mierda" (luego dicen que yo soy escatológico). Es también diseñador gráfico (si picáis en el nombre podéis ver sus trabajos gráficos) y se le ve un hombre astuto y feliz. El me regaló un ejemplar de uno de sus libros de humor " Marcos y molduras" y yo le correspondí con uno de los recién editados "Como los sapos ciegos 1". Como somos de Gijón, volveremos a vernos, sin duda. Encantado de tener visitas ilustres en mi peluquería.

martes, 26 de octubre de 2010

UN DÍA PERFECTO PARA EL PEZ PLÁTANO

Marisa me pidió que fuera a buscar pañales y primero le dije que no me encontraba bien y luego le dije que sí, que enseguida bajaba, porque después no iba a haber dios que la aguantara. Antes de entrar al supermercado entro siempre en el bar porque así es más divertido entrar en el supermercado. Hay sirviendo una mujeruca medio tonta que mira con desagrado a los clientes que no son amigos de su marido, que está siempre haciendo relaciones públicas en los bares de 500 metros a la redonda. La cosa es que los amigos del marido se van con él a hacer relaciones públicas y el bar está siempre vacío y la mujeruca está cabreada con su marido, con los amigos de su marido que no están y con los pocos clientes que entran a pedirle un vino a esa cara de vinagre. Yo soy de estos últimos porque me resulta agradable que la señora pase de mí como de la mierda, os puedo asegurar que si intentara darme conversación no volvería a verme más por allí. Ella siempre se empeña en ponerme el vino tinto de la nevera y yo nunca me acuerdo de pedírselo del tiempo, pero aunque me haya dado cuenta de que me lo está sirviendo frío, espero a que termine de echarlo para recordarle que me gusta del tiempo y que así la pobre tenga una razón más para estar cabreada.
Ese día, cuando la señora ya me había servido tres vinos fríos y tres del tiempo, entró otro cliente en el bar con una tajada de tres pares de cojones. Entró cantando algo ininteligible, imitando al Camarón o cosa parecida(aaauuuunnnn). Se pidió una copa de orujo y la señora se la puso sin siquiera mirarlo ni a él ni al vaso. Ahora le dio por cantar la del pozu Maria Luisa, que es una canción minera muy jodida de aguantar si el que la canta va borracho. Luego dejó la canción a medias y se quedó mirando para mí pero como si mirara hacia dentro de sí mismo, no sé si me explico: en realidad estaba intentando darle forma y significado a ese bulto que había a tres metros con un vaso en la mano. Entonces solté una carcajada de lunático muy larga, hasta que casi se quedó en estertor. Luego lo hice otra vez. El borracho pareció mirarme de verdad ahora.
- ¡¡HOY ES UN DÍA PERFECTO PARA EL PEZ PLÁTANO, COJONES!!-Grité. Esta frase no es mía sino que es el título de un cuento de Salinger, pero siempre que la grito en algún sitio concurrido se hace como un vació a mi alrededor. Es una frase cojonuda.
El borracho apuró el vaso y se fue caminando a su manera.
La señora me sirvió otro vino y no me lo quiso cobrar "a este invita la casa", dijo y ¿sabéis qué?:Me lo puso del tiempo.
Marisa me miraba desde la calle, con la cabeza muy cerca de la cristalera del bar. Tenía una bolsa de pañales en la mano, la niña en la otra y cara de resignación. ¿Cuánto tiempo llevaría allí?.
En la imagen, una de 5 o 6 páginas

lunes, 25 de octubre de 2010

EL SUAVE TACTO DE LA MUYERINA

En Asturias te puedes limpiar el culo con la muyerina, no es un fotomontaje. A lo mejor si eres Asturiano no te llama la atención, pero un cliente andaluz salió partiéndose el culo del servicio de mi peluquería. Esto si es humor de cacaculopedopis.
La cosa es que "La muyerina" es una marca con mucha solera y está asociada en nuestras mentes mayormente a las legumbres que también producen.

domingo, 24 de octubre de 2010

EL BLUES DEL SOCIÓPATA



Pues no sé por qué ando siempre medio cabreado con los psicólogos. ¿Verdad que son raros?. Una profesión que consiste en inmiscuirse en las vidas ajenas es rara de cojones. No me malinterpretéis todos aquellos que hacéis uso de estos profesionales porque la vida os va muy mal y le tenéis miedo a los ascensores, los autobuses, los espacios abiertos, a los hombres, a las mujeres, al trabajo, a la falta de trabajo, a la falta de ganas de trabajar, a trabajar con otras personas a las que no conocéis y con las que no iríais a tomar un vino ni al bar de la acera de enfrente, a la vecina del ascensor que os dice siempre la misma cosa e intenta contaros su enfermedad en el corto espacio de tiempo que dura un viaje en el ascensor; a la vuelta a casa después de las vacaciones y al primer día de trabajo que ello conlleva; a los viajes en globo y al puenting (que alguien os ha dicho que tenéis que probar para que al final de vuestras vidas podáis sentiros orgullosos de haber estado en este mundo) ; a los viajes a países con mil colores y poco pan(que alguien os ha dicho que tenéis que probar para que al final de vuestras vidas podáis sentiros orgullosos de haber estado en este mundo) ; a charlar con ese tipo que lleva el sombrero amarillo y las botas de piel de serpiente y se rasca los huevos constantemente; a que vuestra empresa de telefonía no os haya enviado el móvil nuevo y sin embargo sí os haya renovado el contrato por un año y medio; a que esas chicas tan jóvenes ya no sean accesibles o que esos chicos tan jóvenes os traten de usted y a que esos tipos tan viejos de 40 años pretendan saber más que vosotros aunque se comporten como tarados. En fin: Podría escribir un ensayo muy aburrido consistente en una larga lista de carencias personales de mil colores pero, repito, no me malinterpretéis amigos, todo está en el autobús. Me explico:
Un día me encontré con mi amigo Raulito en el autobús y me explicó, antes de que me diera tiempo a preguntarle por su madre, que el psicólogo le había dicho que era un sociópata y le había recetado pastillas y terapia larga, pero larga. Pude detectar con mi asombroso olfato de detectar snobs, que Raulito se sentía en realidad muy orgulloso de ser un sociópata e incluso me dio la impresión de que poder ponerle nombre a su extravagancia había imprimido en su rostro una altanería de la que antes carecía, entre otras cosas porque ponerle nombre de patología a la falta de higiene mental provoca siempre que el supuesto enfermo se identifique con su enfermedad como un seguidor del Sporting se identifica con su equipo: con orgullo. Así que Raulito me iba contando sus cosas de por qué odiaba a todas las personas que le rodeaban y revestía sus argumentos con esa lógica tan bien hilvanada con que se pueden revestir los argumentos si hay imaginación y cara dura.
-¿Te has parado a pensar que la razón de que odies a todo el mundo no es que sean todos defectuosos, torpes o malvados, sino que todo el mundo te odia a causa de que notan que tú los odias porque eres feo y con las orejas grandes?-, le dije, con mi voz de tipo listo que arquea las cejas y mira indiferente.
-¿Soy feo?
- Claro, hombre, feo y necio y con mal olor. No has nacido para ser feliz, asúmelo y disfruta de los 30 0 40 años que te quedan de vida. ¿No te da el sueldo para ir de putas?¿ Quieres que te preste algo de dinero?- le ofrecí 50 euros y bien contento que se fue.
¿Psicólogos? Bah.
Mi Marisa me esperaba en casa con su ropita de querer follar. Cuando me acerqué a ella por detrás, me dijo:
-Pero qué feo eres y qué mal hueles cuando vienes del bar.
- Y tú una puta.
Aquel día le conté lo de Raulito y nos reímos más que follamos.
En la imagen, una de 2 páginas.

viernes, 22 de octubre de 2010

YA ESTÁ IMPRESO EL 2º NÚMERO DE LOS SAPOS CIEGOS

La portada y la contraportada


A mi madre le gustan los sapos ciegos

Todos los lápices que usé para dibujar este número y algunos ejemplares (qué bonicos quedan)


Ahí lo tenéis, el 2º número de los sapos ciegos en papel. Es muy bonito y huele muy bien. Parece talmente un libro de poesía intimista introspectiva pero no lo es. Hay peluqueros zafios, psicólogos sociópatas, niñas listas, padres esquizofrénicos, erizos actores, los chicos del bar y muchas cosas más. La mitad del libro es inédito en el internete y siempre lo será. Y no pienso reeditarlo aunque vengan las editoriales más prestigiosas a suplicármelo de rodillas, así que ya sabéis, os llevaréis una joya de coleccionista firmada por el autor y los que os molestéis en pedirlo por correo, os llevaréis también algún boceto que tenga por ahí en un clinex usado o una servilleta de cafetería o una libreta vieja. Son 68 páginas, mitad color, mitad blanco y negro, mitad inéditas y mitad recopilatorio de la página web; están impresas en papel estucado de 115 grs y aquellos que sigan pensando que las impresiones digitales son fotocopias cambiarán de idea cuando vean el estupendo trabajo que hace PUBLIDISA desde Sevilla. Si estáis pensando en editar vuestras cosas en pequeñas tiradas, visitad la web de esta imprenta y veréis qué difícil parece al principio y qué fácil resulta después. También tendréis la sensación de que las empresas de reprografía de vuestra ciudad os están timando ofreciéndoos basura por el doble de precio y a lo mejor no andáis muy equivocados.
PUNTOS DE VENTA:

-Librería Paradiso: C/ Merced 28. Gijón


-Bar Cucurrabucu: C/ San Bernardo 8.Gijón.

-Toma 3: Cine yCómic. San Agustín 12. Gijón

-Peluquería Javi Guerrero, C/ Azorín 12 Montevil, Gijón. Cuando queráis en horario de peluquería de caballeros.


Por correo escribiendo a javiguerrero@javiguerrero.es

Precio: 4 EUROS o 4 EUROS MÁS GASTOS DE ENVÍO. Una ganga.

REGALADLO POR NAVIDAD.

miércoles, 20 de octubre de 2010

UN BEBÉ CON LA CABEZA MUY GRANDE

La niña tenía al nacer una cabeza como uno de dos años y me asombró que aprendiera a caminar sujetando eso encima de los hombros con su cuellecito enclenque, como me sorprendía de niño que el bueno de Piolín se mantuviera erguido sobre su columpio de canario. No resulto ser estúpida ni demasiado lista a pesar de la desproporcíon . Aprendió a decir mamá en el momento adecuado y La cabeza pareció adaptarse con el tiempo al tamaño del resto del cuerpo. Aprendió también a andar y su presencia comenzó a resultar molesta así que mis paseos nocturnos se hicieron cada vez más largos (para hacer la digestión después de la cena). Marisa no decía nada porque en realidad se había puesto un poco estúpida con la maternidad y lo único que le importaba en la vida era alimentar a su hija y que el tamaño de la cabeza fuera solo una broma con final feliz. Cada vez me reía menos las tonterías y ni me miraba cuando me iba, a pesar de que hacía mucho ruido comprobando que las llaves estaban en el bolsillo y al ponerme los zapatos y tirar las zapatillas a tomar por el culo contra la pared, además de chillar como un lunático al comunicarle que me iba a dar un paseo.
-¡¡ME VOY A DAR UN PASEO....A DAR UN PASEO!!
Nada. Entonces me quedaba un rato en el quicio de la puerta abierta y esperaba respuesta. Nada.
- ¡¡ME VOY A DAR UN PASEO POR LA PLAYA QUE HACE UNA NOCHE MUY BONITA Y TENGO EL ESTÓMAGO UN POCO PESADO!!
Nada.
Creo que estaba molesta porque yo no había tocado a la niña desde que nació con la excusa de que tenía miedo de que la cabeza se desencajara del resto del cuerpo y rodara por el suelo en solitario. Tampoco le hacía gracia que no consiguiera aprenderme su nombre ( Nerea , cualquiera se acuerda) ni que le diera pataditas disuasorias en las costillas cuando se acercaba gateando con su sonrisa bobalicona y sus sonidos guturales.
Marisa ya no me dejaba metérsela cuando me apetecía como antes así que los paseos nocturnos acababan siempre a los alrededores de la puerta de la casa de putas del parque del gas, que nunca me atrevía a franquear.
Pero un día se asomó una puta con una carita que era igual que la de la virgen de Covadonga pero con un cuerpo proporcional al tamaño de la cabeza o incluso quizás demasiado grande para esta, no como la figurilla de la Santina, que nunca me excitó especialmente por su aspecto de preadolescente misericordiosa. Inexplicablemente, padecí una erección sobrenatural y dolorosa. Las leyes que rigen la líbido de los hombres son inescrutables y misteriosas.
Le pedí a la puta que se hiciera la muerta mientras lo hacíamos y que procurara no respirar o respirar de manera que no se notara. Luego le dije que tenía una cabeza muy bonita y le di un beso en la frente antes de irme.
-¿Sabes qué?- le dije a mi Marisa.-en la parada del autobús había una mujer que tenía la cabeza como la Santina.
- ¿Y...?
- Y nada, le pedí que se hiciera la muerta.
Siempre me pasa igual: cuando tengo que mentirle a mi Marisa el cerebro se me pone como una uva pasa y no sé ni lo que me digo.
En la imagen, una historia del señor esquizo y Kince, la niña bonita.

CÓMO NO ESCRIBIR UNA NOVELA

En un apartado de este libro de autoayuda para novelistas nóveles, nos recomiendan que no nos excedamos al describir la naturaleza sexual de un personaje y nos dan un ejemplo hilarante(como casi todo el contenido). Nos advierten también de que esto "funciona con autores como Philip Roth o Martin Amis, que a veces se centran en las obsesiones sexuales de sus protagonistas, por lo general cómicamente, para ilustrar sus tribulaciones psicológicas. Pero, y esto es muy importante, ambos escriben obras literarias, así que si no quieres escribir novelas literarias, no escojas esta opción".
Así que ya sabéis, si tenéis pretensiones literarias, no os toméis en serio todas las recomendaciones de este libro; pero si queréis reíros solos en el autobús ya estáis tardando en haceros con él.
Por cierto, no tengo ni puta idea de inglés, pero vamos a ponerle un 10 a Daniel Royo, el traductor, que seguro que es un tipo con sentido del humor e imaginación.
Fe de ratas: alguna rata se ha comido el acento de la o de "cómo" de la imagen de la portada, que sí tiene el libro que tengo entre mis manos.

lunes, 18 de octubre de 2010

COMO LOS SAPOS CIEGOS 43

El número 43 de los sapos ciegos tiene erizos que van a la escuela, imbéciles que van en el autobús, la novia de Dangerous Man, y juegos sexuales con delfines.

viernes, 15 de octubre de 2010

EL INSULTANTE VESTIDO ROSA . HACIENDO AMIGOS.



Pues resulta que hace unos días, en Cretinolandia, el blog de humor multidisciplinar, pusieron una entrada para anunciar el 42 de los sapos ciegos (porque soy un pesado que siempre les envía las actualizaciones) y como nadie comentaba, hice un anónimo endiosándome y calificando mis cómics como "obra de dimensiones mastodónticas". Nada. Unos días después apareció un comentario acusándome de machista y volví a comentar de forma anónima poniendo el enlace a uno de mis chistes de la mujer embarazada y su madre que friega. Ahí aparecieron otros comentarios que me hicieron suponer que se trataba de alguna amiga o amigo tomándome el pelo, o incluso de alguno de los cretinos tomándome el pelo. La otra opción es que hay una conspiración subnormal para acabar con el color rosa en los vestidos de las mujeres de los relatos de ficción y evitar que ninguna friegue platos mientras hable. Por otro lado, salió un hilo muy cómico que demuestra que la improvisación interactiva siempre será una fuente inagotable de humor. Yo solo tengo otro anónimo más en el cotarro, a ver si adivináis cual es.
Juzguen ustedes mismos pinchando aquí y leyendo el chiste que despierta la polémica del vestido rosa en la imagen de arriba.
SALUDITOS

jueves, 14 de octubre de 2010

JUGAR A CAMBIAR LAS MARCHAS

La primera vez que viajamos juntos lo hicimos en Alsa. Marisa estaba contenta y yo también, a mi manera, porque no soy amigo de desarrollar emociones intensas. Me senté al lado de la ventanilla e incrusté el paraguas entre el asiento y esta dejando que el mango asomara como un cambio de marchas. Cuando el autobús arrancó, metí la primera con el paraguas accionando los pedales imaginarios con los pies. Estuve un rato usando las marchas hasta que nos metimos en la autopista y ya me relajé, dejando la mano apoyado en el mango del paraguas, que iba en quinta y a veces en cuarta. Me gustaba hacer el ruido del motor con la boca, sobre todo cuando reducía a tercera y a segunda. Por el rabillo del ojo pude observar que la mandíbula de Marisa colgaba hasta su pecho y sus ojos eran inquisidores.
-¿Qué?- dije
- ¿Siempre haces eso cuando viajas en autobús?
- Claro, es lo más divertido de viajar en autobús...brrrrrrrrrruuuuuum brrrrruuuuuuuuuum.
Mi Marisa es muy graciosa y se ríe mucho, pero no sabe divertirse con las cosas que pequeñas que Dios ha puesto a nuestro alcance, como los paraguas y los autobuses.
- ¿Vas a estar así todo el viaje?
-Claro, ¿no querrás que se nos cale el motor?
-Pero es un viaje de 12 horas, ¿no querrás descansar un poco?, comer un poco de tortilla que traigo en la maleta, beber una cervecita, disfrutar del paisaje ...
- Cuando me canse, tú me sustituirás en el cambio de marchas, no es justo que yo sea el único que se divierta, ya verás que bien te lo pasas....brrrrrrrumm brrrruuuum
Mi Marisa quiso disimular unas lágrimas.
-Que era broma tontorrona, esto solo lo hago cuando viajo solo. No te puedes imaginar la cara de los desconocidos que se sientan a mi lado ¿Te lo imaginas? brrrooomm brrrrom.
Qué guapa se pone cuando se ríe y llora a la vez.
Nuestro destino para las vacaciones era una casita rural en una playa casi desierta. Era otoño y no había ni dios.
Lo primero que hicimos fue inspeccionar la playa. Al llegar a la orilla me tire como muerto y comencé a boquear como un pez.
-¿Jugamos a que yo era un delfín varado en la arena y tú te apiadabas de mí y me la chupabas?
- Los delfines no tienen polla
-Claro que sí, son mamíferos.
- Pero no boquean, eso lo hacen los peces, que no respiran aire.
-¿Jugamos a que estoy tirado en la playa y tú me chupas la polla?
Hay que reconocer que Marisa tiene la risa fácil. Es un ángel.
La historieta tiene 3 páginas.

miércoles, 13 de octubre de 2010

PUENTE: MARIPURI, EL PAYASO SODOMITA, LA CHINA DE LAS MANOS Y LOS PIES Y EL FOTÓGRAFO PERTURBADO

En el pueblo de LLanes en el que estuvimos este puente había una curiosa pintada a la que yo señalo en la foto con mi cara de cafre de señalar cosas durante las vacaciones

En el bar del camping de mis amigos estaba este payaso y Lucía me sacó una foto sodomizándolo. Yo corrí alborozado a enseñarsela a los amigos de bar y me dijeron que todo el mundo se sacaba una foto dándole por el culo al payaso. Me he pixelizado la cara porque me pongo muy feo cuando le doy por el culo a los payasos.

En el viaje de vuelta había una china adolescente en el asiento de enfrente que adoptaba unas posturas muy extrañas de contorsionista, como si así estuviera más descansada

Fijaros que posturas. Yo lo intenté y no fui capaz.


Luego se cambió de sitio y no paraba con los pies



Otro cambio de postura, mirad sus pies.



Y otra vez. Vaya pies






Un señor nos sacó una foto en la playa. Tenía la mirada turbia y nos dijo que la muerte andaba cerca y los ojos nos miraban desde los arrefices. Vaya miedo.









viernes, 8 de octubre de 2010

Mariano, Marianito, Marisa y Marisita

Fue muy desagradable que Marisa me obligara a comer en un restaurante con su primo enano y su esposa, también enana, porque ello me obligaba a hacer ver que no me daba cuenta de que eran enanos y comportarme con naturalidad. El primer problema era tener que concentrarme en no decir cosas que sonaran peyorativas sobre enanos y ejercer esa represión y censura en el fluir de mis pensamientos me anquilosaba los gestos, la mirada y el tono de voz . No es que yo me pase el día insultando enanos pero suele ocurrir que es en esas situaciones cuando se te escapan, por ejemplo, apreciaciones inoportunas sobre el tamaño de una posible novia a la que rechazaste porque no te llegaba al hombro. El segundo problema era que mi Marisa estaba tan nerviosa y expectante ante la posibilidad de que metiera la pata que su celo se sobredimensionó hasta el punto de que me daba patadas por debajo de la mesa indiscriminadamente ante cualquier palabra mía que entrara en el campo semántico de la pequeñez. Los Enanos, que se llamaban igual que nosotros, Mariano y Marisa (¿no es desternillante la coincidencia?), se enteraban perfectamente de lo que ocurría bajo la mesa y de por qué ocurría y , en mi opinión, debía resultar para ellos muy humillante.
- Este filete es muy pequeño- (patada bajo la mesa)
Los enanos estaban buscando casa en nuestro barrio y yo les recomendé una casita coqueta y pequeña, que me parecía perfecta para ellos (patada bajo la mesa) y se alquilaba a un precio ridículo.
- La casa tiene un jardín con sus enanitos y todo-(patada bajo la mesa)- me refiero, obviamente, a esas figurillas decorativas, no a que haya inquilinos viviendo entre los rosales- emití una risilla nerviosa al tiempo que recibía otra patadita en la espinilla. En realidad me parecía que Marianito y Marisita no solo no se sentían humillados si no que se lo estaban pasando en grande con nuestra torpe representación. Sonreían a medias y se miraban de reojo cuando metíamos la pata intentando hacer ver que la palabra pequeño no existía en nuestro vocabulario.
Al enano Mariano le dieron un filete poco hecho con unas patatas fritas en vez de un filete muy hecho con las patatas asadas, como él había pedido.
- En este restaurante son todos unos tarados mentales - susurró el enano.
Advertí como la enana Marisita le daba un pellizco por debajo del mantel a su marido y acto seguido me miraba con expresión de disculpa.
Ellos también estaban evitando un determinado grupo semántico.
La historieta que ilustra este relato tiene 6 páginas.

miércoles, 6 de octubre de 2010

NIÑA MALA Y GATO MUERTO




La sobrina de Marisa viene siempre en verano a pasar unos días y es una rompegüevos. El primer encuentro ya fue un desencuentro, me quitó la película porno de heces y orina y puso el canal disney. Yo no tenía la polla afuera ni nada pero tampoco sabía que estaba la nena por casa porque supuse que había acompañado a Marisa al super. Me dio un susto de muerte. La imagen del pato Donald sustituyó de improvisto a un zurullo así de grande que una señorita muy guapa engullía con regocijo. Me volví y allí estaba esa hija de Satanás con el mando a distancia en la mano y una sonrisa tonta. Os preguntaréis por qué veo esas cosas y si es que me excitan y os contestaré que no, que no me excitan, pero siempre intento averiguar algo en el gesto o la mirada de las bellas protagonistas que me explique por qué coño, con esos cuerpos y esas caritas de muñecas, se cagan unas a otras en la boca y en las tetas y en la espalda si ya podrían ganar dinero suficiente comiendo pollas o tomando por el culo. Busco sus miradas e intento detectar algún rasgo de subnormalidad en ellas. El caso es que la nena tiene yá sus 14 años bien cumplidos y a esa edad suelen ser muy malas y no piensan más que perrerías, así que le advertí que si le contaba algo a Marisa del video porno le rompía todos los dientes de la boca. ¿Pues sabéis que hizo? Soltó unas risotadas como si no se creyera nada y me dijo que qué iba a romper yo con esa cara de pazguato. ¿Os lo podéis creer? Me acababa de conocer y ya había decidido que no solo no era peligroso sino que además era imbécil. Ni que decir tiene que le contó a Marisa lo del video y para mas joder, lo hizo llorando, como si le hubieran traumatizado las imágenes. Durante la cena, lo contó, la hija de la gran puta. Marisa me miraba con una mirada que era la madre de las miradas sorprendidas.
Me dijo " tenemos que hablar" y ya no dijo más en 4 días. No lo entiendo, si teníamos que hablar ¿a qué venían esos 4 días de ostracismo cruel? Se compinchaba con su sobrina y se reían como si estuvieran en el país de las gominolas, pero a mí no me hacían ni caso. Entonces decidí hacer una demostración de lo que era capaz. La nena tenía la costumbre de bajarle cuencos de leche a un gato solitario que había en el solar de enfrente. No os voy a explicar cómo lo hice, pero la tercera noche de silencio de mi Marisa, la nena se encontró al gato muerto el solar. Cuando subió con su cara de niña a la que se le ha muerto un gato yo le pregunté a Marisa, con una sonrisa bondadosa, que por qué no adoptábamos a ese minino abandonado al que la niña tanto cariño tenía, haciendo ver que no sabía nada de lo ocurrido.
La niña me miró con ojos asustados y casi me enterneció con esas lagrimas que los anegaron sin llegar a deslizarse por sus mejillas.
Al día siguiente, estaba la tontita mirando una peli de disney y la sorprendí poniendo un video en el que una señorita le meaba en la boca a un viejo.
-¿Qué?- le pregunté.
-Nada.
Y salió de la habitación
¿Qué coño hace una niña de 14 años viendo el canal Disney?

martes, 5 de octubre de 2010

TE VOY A ROMPER LOS DIENTES

Cuando Marisa se fue de fin de semana a ver a su madre aproveché para salir a ser joven de nuevo en el ambiente nocturno de la ciudad. Me puse mi camisa blanca de cuello duro dejándola por fuera del pantalón y mis náuticos con mis calcetines amarillos. El pantalón apretado con rotos en las rodillas fue un regalo-broma de mi sobrino y era la primera vez que me lo ponía. Estaba rompedor. Me afeité la tira de pelo que se anillaba debajo de la calva y encima de mis orejas y me sumergí en la jungla nocturna sin miedo a nada. Se me había puesto la mirada depredadora y sentía que las mujeres me examinaban y deseaban que el monstruo que se retorcía en mis bóxer destrozara sus entrañas. En el "Ponte Así" el ambiente había cambiado un poco y ahora solo se veían crías disfrazadas de putas, manteniendo el equilibrio a duras penas sobre aquellos zapatos de tacón rojos, azules o amarillos. Hay que ser puta, imbécil o adolescente para calzarse esos zapatos, siempre lo digo. En la puerta había sentada una jovencita vomitando mientras dormía; tenía la barbilla pegada al pecho y la raba se deslizaba de su boca al canalillo dejando todo su escote embadurnado de una pasta rojiza con tropiezos que emitían una especie de vaporcillo. Pensé que era una pena que una chica tan joven y lozana se degradara de esa manera. ¡Tenía gafas, joder!. Cuando yo era joven las chicas con gafas no vomitaban en los portales. De todas formas, su falda era muy corta para una chica que usa gafas y exponía su coño bajo unas bragas casi trasparentes. Hizo un amago de recuperar la consciencia y levantó la cabeza con los ojos en blanco. Joder, si era Isabelita, la hija de mi zapatero, que había sido una niña muy limpia y divertida años atrás( ¡con lo que ese hombre había trabajado para criarla!). Me sabía mal padecer una erección mirándole las bragas a la hija del zapatero que había sido niña(¡con lo que ese hombre había trabajado para criarla!), y me alejé de allí después de desechar la idea de intentar limpiarle el vómito del pecho con un clinex y llevármela en brazos. No están los tiempos para auxiliar a menores que vomitan inconscientes en las calles y enseñan las bragas, sobre todo si ya pasas de la cincuentena.
Se me quedó el cuerpo congestionado y la polla erecta, sensaciones estas que casi nunca coinciden en el tiempo y el espacio y si lo hacen te hacen sentir irreal y desasosegado. En el autobús nocturno había una jovencita de mirada iluminada que le daba el pecho a su hija. Iba casi vacío pero no pude evitar sentarme al lado. Tenía una cara preciosa y una teta inmaculada que parecía no haber visto nunca el sol, al igual que el resto de piel que se podía atisbar. Era un espectáculo tan limpio e inocente que pude notar cómo algunas gotas de esperma aguado salían de mi polla, que quería reventar dentro del pantalón. La chica me hizo una mueca y me dijo que si no tenía otra cosa que hacer que estar mirando ahí con esa cara, tratándome de usted para humillarme solo porque yo la duplicaba en edad; y yo le dije que verla amamantar a su hijo me había hecho retroceder a la infancia y añorar el seno materno, que se representaba en mi imaginación tan vívidamente como si fuera ayer y no hace 49 años cuando lo tuve en mi boca. Estaba un poco desconcertada pero emitió media sonrisa y siguió a lo suyo. Sonó mi móvil. Marisa. Estuvimos hablando un rato de trivialidades y al final ella dijo:
- Ay Papito, te vas a enfadar, me he cortado el pelo cortito cortito.
- ¡¡PERO QUÉ HIJA DE LA GRAN PUTA ERES, CUANDO VUELVAS TE VOY A ROMPER TODOS LOS DIENTES!!
Marisa se reía.
- Luego te llamo, que ahora voy en el autobús- le dije.
Se moría de risa. Colgamos.
La chica de la teta y el bebé me miraba con los ojos como platos.
- Vaya manera de hablarle a su mujer.
- Tutéame cariño, además era mi madre.
Se bajó en esa parada, pero creo que no era la suya.
Me gustaría poder contaros que esa noche follé con una joven desconocida, pero la verdad es que me metí en una de esas cabinas para ver a unas putas rascándose el coño y, después de gastarme 10 euros, todavía no había conseguido correrme. Finalmente volví a casa y me hice una paja oliendo las bragas usadas de mi Marisa. Es un ángel, aunque el coño le huele a demonios y deja el rastro en la ropa semanas después. Me encanta meterme en la nariz esa tela acartonada de colores turbios .
Este lunes me voy a reír de lo lindo explicándole al zapatero, delante de todos, en el bar, las circunstancias en las que encontré a su hija. Menuda puta. ¡Y con gafas!
El chiste es de 2 páginas y en realidad no tiene mucho que ver.

domingo, 3 de octubre de 2010

COMO LOS SAPOS CIEGOS 42

El número 42 trata de perros lisiados, lisiados, putas, niñas listas,niñas estrábicas y mujeres que revientan